Acido úrico, principal causa de la enfermedad gota

El acido úrico proviene de la degradación de las purinas (presentes en los alimentos o en las células del organismo, ayudan al funcionamiento del cuerpo). Estas purinas generan la formación de cristales de acido úrico.

Cuando se declara la gota, y el acido úrico tiene una tasa anómala, eso significa que tu cuerpo produce demasiado acido úrico, o bien no consigue eliminarlo correctamente.

En los 2 casos, este acido úrico queda bloqueado en el organismo y se transforma en pequeños cristales de acido úrico que se depositan en todo el cuerpo. Ver foto de microscopio:

Hay que saber que un exceso de acido úrico en sangre (hiperuricemia) no significa que la persona vaya a sufrir la gota. De hecho, menos de un 20% de las personas con una alta concentración de acido úrico finalmente tienen la gota.

Acido úrico, ¿porqué causa dolor?

El problema del acido úrico proviene de estos cristales que se depositan con frecuencia en las articulaciones que se vuelven lógicamente dolorosas: dedo gordo del pie, piernas y brazos.

Por esta razón, la gota se encuentra en la familia de enfermedades de artritis.

 

A veces los cristales de gota se forman bajo la piel causando deformaciones. Los cristales pueden alcanzar los riñones (cólico nefrítico), lo que es bastante grave.

¿A qué sirve el acido úrico del cuerpo?

El cuerpo sintetiza normalmente el acido úrico cuando degrada las células y proteínas, y lo libera en el torrente sanguíneo. El acido úrico se disuelve generalmente en la sangre, para ser eliminado por el riñón. Si hay una cantidad excesiva de acido úrico en sangre (hiperuricemia), o si los riñones no pueden eliminarlo lo suficientemente rápido, los cristales se forman y se acumulan en las articulaciones, o incluso en el riñón y debajo la piel.

Tratamiento del acido úrico gota con ajo

El ajo es un alimento que combina beneficios medicinales y alimenticios. Está comprobado que el ajo disuelve los cristales de acido úrico. Se recomienda consumir cada día, 2 o 3 dientes de ajo, idealmente crudo (en ensalada por ejemplo).

Masticado bien, el ajo también estimula el corazón, facilita la circulación, limpia la sangre, equilibra la presión arterial y facilita la digestión.

Navegar por categorías